Peleando con la bestia
No sé cómo sucedió pero pasó
Entre los chistes de hoy, remataré con este:
Me había gozado de acabar con la bestia, con su cabeza en mano
me tomé una selfie, reí, canté, hasta bailé, saludé a los que me iban a atacar
y hasta me puse a conversar con el mar, le entoné mis más finos versos
Era yo y hasta lo sentía un soldado experimentado que ahora sólo le tocaría el placer de las victorias
Hasta que la idiotez de mi embriaguez, me tumbó de nuevo
Y ahí esta yo, nuevamente, con otra bestia y esta era peor
No quería estar allí pero qué le iba a hacer, peleé hasta el amanecer y no quería prevalecer
sentí que hasta los huesos me iban a desfallecer
Se burló de mí y me aisló en otra cueva y allí, recordé los versos que le recité al mar
De todas esas letras que le susurré a los vientos
Le pedí a la bestia, un par de horas, mientras recojo las moras