Abandoné la estabilidad, abracé lo desconocido
para embarcarme en un nuevo desafío.
Rompí en pedazos mi corazón en el camino,
derrumbé mis sueños antes de alcanzar otro anhelo,
disolví mi esperanza en un mar de confusión,
pero decidí salir adelante y conquistar mi alma,
recuperar mi estabilidad y cosechar otras sendas,
reconstruir la bondad de mis más bellos sentimientos,
recomponer mi coraje y mis ilusiones,
y confiar en los planes que ha reservado el universo.
No estoy sola, ¡qué bien sienta la conquista de mi alma!
Ella lo es todo para mí, la alegría, la pureza, la humanidad,
la valentía, el esplendor, el fuego que siempre acompaña,
por ello no voy a disputar con nada más, continuo aprendiendo,
navegando a oscuras, pero siguiendo la luz que guía,
la que me hace sentir que soy única,
la que me recuerda que la separación,
la duda y la pérdida son elementos distractores
que se alimentan de nuestra fragilidad, miedos y creencias
para tomar un control que no le pertenece, que obstaculiza,
sabiendo que perecerá tan pronto el alma lo comprenda.
¡Soy tuya y eres mía, nuestra es la completitud alma amada!
Cora