De la pasión del pecado
al pleno arrepentimiento,
si con la culpa has pagado,
mátala, si es tu tormento.
Vencer a esa tentación
es un precepto sagrado,
no sirve la confesión,
eso es un cuento pasado.
La conciencia es una sombra
te persigue infatigable,
ella señala y te nombra
como imperfecto culpable.
El castigo del penado
es que su moralidad le enjuicia,
no le absuelve porque ha errado
por su supuesta malicia.
Encubrir la iniquidad
sin descubrir al culpado,
es una perversidad
que te hará ser desdichado.
Classman