Pilar Luna

SOLSTICIO DE VERANO

Escribo, bien guardada

y acicalada,

la esencia de un poema

con olor a tomillo

y a romero

para dormir entre las flores

la noche de San Juan,

en un lugar secreto

de la pradera

que no profanó el hombre.

Con la silueta del verano,

bajo miles de estrellas,

me lavaré en la fuente

donde se baña la Luna.

¡Que triunfe la luz!

No me importan las burlas

de la gente corriente,

eso va con el paquete,

no quiero arder en el fuego

cuando aceche la noche.