_ Nietos, Ramas del árbol Familiar_
En el árbol de la vida, las ramas se extienden,
y en ellas brotan nuevos frutos, tiernos y hermosos,
son los nietos, los amados, a quienes la vida enciende
la llama de la ilusión, de los sueños dorados.
Son los hijos de tus hijos, la alegría de tus días,
la prolongación de tu ser, la esencia de tu amor,
el eco de tu pasado, la promesa de las vías
que el futuro les depara, un tesoro de valor.
Sus ojos, reflejo puro de la inocencia y el asombro,
contemplan el mundo con curiosidad sin igual,
sus risas, dulce melodía, son el más hermoso encanto,
que llena el corazón de gozo y bienestar inigualable.
En sus manos, el mañana; en sus mentes, la sabiduría;
en sus corazones, el amor que heredan de sus mayores,
son la esperanza que renace, la semilla de la armonía,
que germinará en paz, en un mundo sin rencores.
Y así, los nietos crecen, llenando de luz los días,
con su amor y su ternura, nos enseñan el camino,
son la fuerza que nos impulsa, la razón de las alegrías,
el motivo por el cual, el amor siempre es divino.
Cultiva con amor sus sueños, guíalos con ternura,
enséñales el valor del respeto y la bondad,
y en sus corazones, el amor será la mejor herencia,
que les legarás, como el más preciado tesoro de la humanidad.