Goteras, gotas, gotitas, gotículas,
todas estallando
a su propio ritmo
entre las hojas,
en el pozo y el asfalto,
sobre el dorso del ave
y en mi cara.
Que soledad acompasada
la que la noche trae
entre ruidos sordos
y el rugir de los motores,
y silencios.
Pesadillas, sueños, anhelos, ideas,
sobresaltan la madrugada
a su propio ritmo,
desde el fondo más oscuro
entre las aceras
de la 15 calle en zona 13,
con telón de llovizna
sobre ropas mojadas,
cubriendo la piel que duele
entre el suspiro hondo
y el temblor del frío,
y silencios.