Rostro Quebrado
que Invierte el Día.
Rostro- Alma Salvajemente Herido
se Asoma a los Umbrales de mi Puerta.
Abierto a los Sones
del Campanario del Veneno de Humanidad
que Arde en los Lodos de Odios
y las Hieles de la Envidia.
Veneno de Humanidad
que Cuaja el Denso Aire
de Mis Días.
Piedras y Lanzas, Danzan en el Interior de mi Alcoba.
Maligno, en la Diversidad de los Tiempos.
Inyecto de Maldad,
Atrapa las Aristas
Torcidas de mi Tiempo.
Haces Tumultuosos.
Tormentas Heridas.
Hambre y Sed de Venganza.
Ya no Arderán las Ardidas Heridas.
Sólo Soy la Némesis que Busca
Justicia
la Némesis que se Yergue en Mí
y Maldice,
se Hace Daño
en el Revolcón de los Feroces Recuerdos
pero que se Jura que Nunca Jamás
Llorará lo Perdido.
Arrinconada en la Celda
del Rincón de mi Alma,
el Beso de Judas
Espera, sin Esperar,
su Esperada
Hora...
(Patricia)