No fui yo tú primer beso,
pero si tu gran amor,
pues vivimos con fulgor
la pasión que te profeso.
Es verdad, te lo confieso,
que contigo me he entregado,
amar como nunca he amado
fue un compromiso formal
que cumpliré hasta el final
pues de ti me he enamorado.
Ahora tú eres mi ilusión,
esa fuente inagotable
para mi sed insaciable
que me ha ocasionado adicción.
Te beso con la sensación
que esa humedad de tus labios
son armónicos adagios
de una pieza celestial
que en su clave espiritual
se escucha como presagios.
Classman