Yo, el defensor de la lengua tradicional,
me enfrento al lenguaje inclusivo con desdén.
¿\"Todes\"? ¿\"Chiques\"? ¿\"Niñes\"?
¿Acaso estamos en un juego de Scrabble?
Las arrobas flotan en el espacio,
como asteroides gramaticales sin rumbo fijo.
¿Por qué conformarnos con un abecedario normal
si podemos tener uno lleno de asteriscos?
Los pronombres neutros son mi enigma favorito:
\"Ellos\", \"ellas\" o \"elles\",
como si estuviéramos en un buffet de géneros.
¿Qué sigue? ¿\"Nosotres\"? ¿\"Vosotres\"?
Pero no me malinterpreten,
soy un amante de la diversidad léxica.
Solo que prefiero mis sustantivos sin asteriscos,
y mis verbos sin tanta complicación sintáctica.
©Pablo Alfonso