Porque hoy, en el atardecer de mis estaciones, siento que he liberado lastre a los hombros de mi existencia.
Porque ambicioné esperanzas y recibí bendiciones.
Porque a pesar de encontrar dificultades, tambien encontré soluciones.
Porque perseguí sueños y los supe materializar.
Porque muchos fueron rudos, pero como el buen arquitecto de mi vida los forje a mi medida.
Porque cultivé abejas y degusté sus mieles.
Porque cuando extravié el rumbo de mi aguja, el amargo de la hiel me indicó donde estaba mi norte.
Porque en mis hijos planté rosales a sabiendas que lidiaría con espinas, pero al final disfrutaría el aroma de sus flores.
Porque sabía que muchos inviernos no serían tan fríos y que algunos veranos no serían tan calidos, pero ninguno de ellos serían eternos.
Porque sabía que tendría largas noches de insomnio, pero al inicio de la madrugada me vencería el sueño.
Porque sabía que al dar amor, recibiría mas amor.
Porque siempre le pedí a la vida, lo que muy consciente estaba de recibir.
Gracias vida, por haberme dado lo que merecí.