Permanecí amándola,
allá cuando volví, sin olvidar.
Pude evocar el umbral
entre largas siluetas naranja
Tules de túnicas en movimiento
entre la gracia de la fecundidad;
aquella gran muralla humana,
daba forma los atávicos ritos
El fuego, el agua, las flores
de pétalos arco iris, confinando
la ciega fe y la tradición;
los fétidos efluentes al océano
Desfalco para la gran especie,
horadando efigies funerarias,
siniestras, entre hedor y perfume,
flor de loto saturada de humanidad
Hospitalidad, discriminación, relajo,
desorden, suciedad y humillación,
energía decretada en el Bindi,
belleza en trazos de matiz henna
Un halo perfumado desciende
al rastro de la Rosa, entre
la jerarquía y el marginal trabajo,
la segregación, y… la violación
Más no por ello renuncié
escrutar el destino de aquella
piel morena de grandes ojos,
silueta de ceñido Sari, seductora
Insinuante, suave y delicado talle.
Sus ideales libres y creativos,
combativa de inteligente fuerza;
hoy anhelada y deseada: Kiran
¡Kiran, rescatada de entre los escollos, al feminismo en la India!