Este viento que sopla arrastrando a las hojas
que al caer se desangran en sus mismas heridas.
En medio de la noche quizá sea mi sombra
quien no puede descifrar su propio enigma.
Nadie repara en el paso mortal de las horas
en los destinos por donde quieren huir nuestras vidas.
Una soledad que jamás anda sola
que solo busca a las almas que se quedaron dormidas.
Emerge un silencio como esas lágrimas ansiosas
por llevar al dolor a pasear por las mejillas.
Me hundo en este aire denso que me ahoga
buscando un equilibrio entre la verdad y la mentira.
Todo en mí termina en las distancias remotas
que del hoy al ayer extienden mi geografía.
Y es en la pasión en que mi vida toda se deshoja
te dejé partir cuando, en verdad, ¡yo más te quería!