Mi vida-; es un rotundo fracaso
que no tiene importancia ni caso,
-es desdicha mi vida-,
sin encontrar la salida,
ha este oscuro y largo laberinto,
que cada vez me vuelve más distinto.
si apenas estoy viviendo
y mi alma esta sufriendo,
como puedo sonreír
a este duro destino, que me viene agredir.
ni dinero, ni suerte, ni amor
tan solo torrentes de dolor
es lo que a mi vida llega
por qué este destino me niega
Dicha y felicidad;
<<¡para rodearme de maldad!>>
un día encontré un amor,
- ¡pensé que la suerte estaba de mi lado!-
pero solo me lleno de dolor,
dejándome triste, sombrío, y acongojado;
de este amor, creí en su nobleza,
pensando que era leal y sincero;
pero me lleno de tristeza,
porque era su corazón de acero.
Me volví títere de sus caprichos,
y juguete de su voluntad;
me atrapo en la red de sus hechizos,
sin compasión ni piedad.
Y así!... mi vida fue destruyendo,
porque la maldad era su alegría,
y en su trampa fui cayendo,
sin pensar que me destruiría.
Fue roca, de hielo,
que destruyó la barca de mi vida,
no encontrará morada en el cielo
si hacia allá no va arrepentida.
Buscando otro amor;
yo fui rompiendo sus lazos,
y entre risa, besos, y abrazos
fui olvidando el amargo dolor.
¡Pero!…, duro tan poco la alegría
y aquella dicha tan cierta,
pensé que la quería,
pero mi alma esta desierta!....
Por más que quiera amarla,
no puedo ni como favor;
tampoco puedo olvidarla,
sino consigo otro amor.
Y ahora, se repite la historia
buscando nuevamente,
un cariño que me llene de gloria,
de dicha, y alegría para siempre.
Por eso mi corazón sigue,
buscando el amor que construye;
pero el mal cariño, me persigue,
y el noble y bueno me huye.
Más…, ya no puedo con mi congoja,
mi vida es un soleado desierto;
y yo soy el árbol que ha quedado sin hoja,
la falta de agua, y el sol, lo han muerto.
No tengo más remedio en mi vida,
ni tampoco puedo ser sincero;
al no tener más salida,
que estar con una mujer, por dinero.