Concepto de padres
Al Padre de los padres, el dueño de este mundo:
ubicuo, transparente, sublime y muy profundo,
que brinda medicina; la miel tan especial.
Al Rey de las alturas, Señor de los señores
que cuida y que protege la tierra con amores,
gloriad con alabanzas su trono celestial.
Los padres son murallas, caminos de la vida,
antorchas luminosas y esencia empedernida,
espíritus fraternos, cascadas del amor;
fragancias sempiternas del grande Nazareno,
fragmentos memorables con sangre del Dios bueno
y emblemas victoriosos, llamados al valor.
Los padres son la magia, la egregia carabina,
el sol luminiscente, la música divina,
el arpa melodiosa, linaje de David.
Los padres son el hierro, la casa que se afilia;
el arte inmarcesible, la luz de la familia
y el cedro tan lozano, del mundo, toda vid...
Los padres son torrentes, muy fuertes, eficaces;
las fuentes fulgurantes, guerreras y audaces,
cual túnica preciosa, la espada del edén.
Los padres son luceros que guían su morada:
amigos indelebles, la Paz tan anhelada
y el eco de los cielos clamando por el bien.
Los padres son castillos, espículas clementes,
la voz de Jesucristo, las perlas y simientes,
del prado, cien banderas con savia y mucho afán...
Los padres son zafiros, los ejes de la historia
que cantan con sonatas los himnos de victoria,
basados en valores, constancias de Abraham.
Los padres son tesoros, de Adán la buena cumbre,
forcípulas brillantes que ofrecen su costumbre;
modelos tan virtuosos, precepto al corazón.
Los padres son trabajo, pasión y compromiso,
el iris trepidante del ancho paraíso;
los padres son poemas, cuan dulces como Sion.
Los padres son mentores, perfectos compañeros,
arroyos taciturnos, el haz de los senderos
y toda maravilla fulgente a la verdad...
los padres son soldados, amantes de proezas
y luchan resistentes, uniendo fortalezas
que son el germen vivo de toda sociedad.
Los padres son maestros muy firmes como Elcana,
cargando entre sus manos el lis de la mañana
así, como un salmista, letrado en el amor;
los padres son ternura, penachos de consuelo,
por eso con mil trinos, ¡hosanna, oh Rey del cielo!
¡Hosanna al padre, hermano, cantemos con honor!
Samuel Dixon