Qué buscas aquí en mi casa,
si yo no tengo nada ni con
contigo. La última vez que entraste
en mi casita, mejor no digo nada
por hombre; de la vuelta que no la
necesito ni para preparar un té,
porque en ti no confío ni quiero
amor, porque se murió por lo que
me hiciste. Prefiero estar solito,
ya vendrá una bendición que me
dará mi Dios y, sentir el amor de
que llegará cualquier ratito.