Me enamoré profundamente de tu alma,
quiero que seas la única mujer que duerma en mi cama.
No es un juego, pero tus besos,
y tu cuerpo, no los cambiaría por nada.
Es increíble lo rápido que late
este corazoncito de pollito,
cuando disfruto cada pedacito de ti.
Cada momento contigo se vuelve inolvidable,
y por eso al despertar, te vuelvo a elegir.
Espero que nunca te canses de este frágil corazón, que se hace aun más tierno cuando está cerca de tu pecho.
Me enamoraste como si fueras una sirena,
y no me importan las miradas ajenas.
Ya soy tuyo, mi bella princesa,
la reina que inspira mis poemas.
Aprecio la magnitud de tus encantos,
y me duele verte triste.
Mantén la calma, apóyate en mis hombros,
no te haré daño, lucharé por cuidarte.
Porque este corazoncito de pollito
dejaría de latir,
si algún día me reemplazas
por alguien que solo quiere poseerte,
pero nunca amarte de verdad.