Los ojos besan primero,
que la boca roza,
expresan sin necesidad
de palabras,
lo que el corazón engloza.
En ellos se refleja el alma,
con sus luces y sus sombras,
son ventanas al universo,
donde se guardan mil historias.
Miradas que transmiten secretos,
que el labio no se atreve a contar,
sabores de dulce y amargo,
que solo los ojos pueden detallar.
Besan con intensidad y verdad,
sin miedo a la represión,
son la antesala del amor,
que despierta la pasión.
Los ojos besan primero,
que se encuentren las bocas,
son la llave que abre el sendero,
hacia el dulce y eterno abrazo.
Así que no subestimes su poder,
pues en ellos reside la magia,
de un amor puro y sincero,
que perdura más allá de la vida.
“Serl”