Peregrino sin tiempo ni huellas
Donde van tus pasos
Tras distancias que aquilatan
la densa angustia de siglos?
Buscando en tu hechura agreste
el trazo del olivo, la dureza del quebracho
Perseguís al viento, viento norte,
viento esdrújulo que desgrana
En blandas letanías un sopor que atormenta
Tañen lejanas las campanas que preceden tu ataúd
Calmo, caés inexorablemente en melodía
Espiral hacia un vacío de lienzo blanco
Entre galaxias que convergen al fin último.