INSENSATEZ
Volvió el monstruo en la soledad,
aquel el que me persigue sin un sorbo de café,
el que atrae una nota triste a mi oído sin dios
y un bailarín de nada, con un traje no de frac,
danza en esta orfandad...
Yo acuso una molestia,
no es corporal, no me golpea el rostro,
es mucho más que un traspiés.
Una gota, no de lluvia, de vez en cuando
moja mi tez, me araña el alma,
claudico como un niño
ante el juguete que soñó en la nada.
Y un Jesús -no el invento del poder,
de la piratería obscena traficante del dolor-
Que me habla de una paz que no encuentro
y miro a todos lados,
y la guerra, entre mis cejas, no me deja mirar ya
a la multitud que recoje espigas doradas,
a las aves de los cielos, a las que oye nadie
cantar en coro el himno de paz
que un día el hombre olvidó
por un puñado de pólvora,
por lo corruptible, la insensatez, la impericia,
que a los sueños truncó,
con pulsar un dedo en el percutor de su maldad...
7/05/2024
Santos Castro Checa
Ahmed Krentel (seudónimo)