En las llanuras del toral
tras la posada
se avista un columpio
en una terraza,
donde los niños juegan
y los adultos meten baza
de una casa vecina
y un hombre al que dar caza.
El hombre no descansa,
mil historias se entrelazan
por una maldita casa
-Malditos los Pedros-
gritó la casa.
Mueran todos ellos.
Mueran en la caza
Mueran ya menores
Mueran en la hoguera
Mueran por ladrones
Y mueran por ser Pedros.
Y así fueron muriendo uno a uno
en cada historia entrelazada
Fuese un pozo cardiaco
Fuese Suicidio un bellaco
Fuese un niño tan flaco.
Y por ser fue que los Pedros
se volvieron unos maniacos.
Más por ser locos
no dejan de ser Pedros
y por ser Pedros
maldita es su casa.