Me abrazará la muerte
y ocuparé un hueco
en el campo santo,
sembrado
de tumbas con fechas.
Los niños seguirán
jugando en el parque,
estirando la vida.
El viento soplara
y vendrá la lluvia.
¡Cuanto tiempo sin llover
en esta tierra infecunda!.
Unos pajaros
seguirán comiendo migas
que alguien deposita
en el mismo sitio,
cada dia.
Ya no habrá banderas ni siglas.
¡Hacia tanto que ansiabamos
ser fraternidad!