Rafael Huertes Lacalle

SEXO APETECIDO

Sexo apetecido

 

Levanto con mis manos ya tu falda,

y escalo la entrepierna hasta la cima

en busca, con mis dedos, de tu sima,

volcán donde sentir tu ardiente escalda.

 

Al roce de mis labios en tu espalda

te abres con pasión a loca estima,

y haces de tus manos suba el clima,

con fuego en la caricia que rescalda.

 

Mis yemas, sutilmente humedecidas

al tiento de tu sexo apetecido

que excita con vaivén de sacudidas

mi miembro en tu gruta bien hundido.

 

Tus muslos y tus nalgas abatidas

sucumben con espasmo en las corridas.

 

Exhaustos, sin medidas,

de sexo lujurioso ya colmados,

yacemos como cuerpos derramados.

 

Rafael Huertes Lacalle