Cuando la noche se siente interminable, Y el peso del mundo te aplasta el alma, Recuerda, querido amigo invaluable, Que después de la tormenta llega la calma.
No te rindas, aunque todo parezca perdido, Aunque el dolor en tu pecho se haga inmenso, Hay una chispa de luz, un sueño escondido, Que te espera en el futuro, tan intenso.
En cada batalla que enfrentas, hay una lección, Cada lágrima que cae, riega el suelo, Tus cicatrices son símbolos de redención, Y en tus caídas, encuentras tu cielo.
La vida es un viaje, a veces arduo y cruel, Pero también está llena de momentos de paz, En los que el sol brilla y disipa la hiel, Y un nuevo día nace con esperanza, quizás.
No te rindas, sigue luchando con valentía, Hay amor en cada esquina, esperando por ti, Tus pasos, aunque tambaleantes, guían Hacia un destino donde puedes ser feliz.
Piensa en los sueños que aún no has vivido, En las sonrisas que aún puedes dar, En los abrazos que aún no has recibido, Y en las historias que aún puedes contar.
Eres más fuerte de lo que crees, tenlo presente, Tu valor es inmenso, tu corazón resiliente, Sigue adelante, con fe en el presente, Y verás que la vida, al final, es sorprendente.