Carlos Ojeda

Detente.

Detente.

 

Tú que vas a prisa,

detente!

que tus manos sujeten

este corazón,

aún, sabiendo

que no puede alcanzarte

se esfuerza, y te sigue.

Quiere volver

sin haberse ido

quiere llegar

para seguir ausente

cuando estar presente

es vencer al olvido

lo que le importa ahora

es volver a verte.

Déjame refrescar el alma

en tú boca

en este desierto

sin un beso

estoy perdido.

Me esconderé

en tu sombra

antes que la oscuridad

de la noche me las robe

y, ya no pueda verte.

             Amor mío.