Detente.
Tú que vas a prisa,
detente!
que tus manos sujeten
este corazón,
aún, sabiendo
que no puede alcanzarte
se esfuerza, y te sigue.
Quiere volver
sin haberse ido
quiere llegar
para seguir ausente
cuando estar presente
es vencer al olvido
lo que le importa ahora
es volver a verte.
Déjame refrescar el alma
en tú boca
en este desierto
sin un beso
estoy perdido.
Me esconderé
en tu sombra
antes que la oscuridad
de la noche me las robe
y, ya no pueda verte.
Amor mío.