Gonci

El ritmo del silencio

Prometí quererte hasta que se acaben los días,

compartir tus bajones y tus alegrías,

tu amor y tu dolor, en las noches frías,

estuve ahí para ti, en tus peores y mejores días.

 

Siempre confié en ti, en tu fuerza y valentía,

nuestro amor era sólido, resistía las porfías,

pensé que era suficiente para resistir

las sombras que, sobre nosotros, se cernían,

realidades que a veces traen las rutinas frías.

 

Pero la verdad es que nunca vimos lo que había,

dejamos que se nos fuera, como un susurro en la brisa,

las sombras nos rodeaban, y en nuestro día a día,

el fuego se fue apagando, dejando solo cenizas frías.

 

Recuerdo cuando bailábamos, éramos pura armonía,

moviéndonos al ritmo de esa canción que nos unía,

pero, aunque intentamos evitarlo, llegó la monotonía,

y sin buscar la razón, algo dentro se partía.

 

No vimos venir el final, ni la noche que caía,

solo sabíamos que algo en nosotros se moría,

y aunque luchamos fuerte, se acabó la fantasía,

en la oscuridad, nuestro amor perdió su magia, su alegría.

 

Aunque en la oscuridad, nuestro amor perdió su magia, su alegría,

en el silencio escucho aún la melodía,

y en cada nota que resuena, una promesa queda todavía,

que el amor, aunque transformado, en el alma, perdura todavía.

 

Gonci