Jorge L Amarillo

TARDES DE OTOÑO

Desnuda tengo el alma de primaveras

y el corazón herido de tantas verdades,

volver a caminar por las calles más añejas

donde las palabras no supieron encontrarse...

 

Lágrimas que envuelven las cosas sempiternas

y el tiempo que se convierte en un instante,

mientras la soledad acera más las cadenas 

encadenando a los sueños que despiertos se caen...

 

Mi cuerpo aún joven en un alma ya vieja

con la tristeza que me acompaña en este viaje,

mientras mi sombra recluida se queda

y mi pena es una flor que sus pétalos me abre...

 

Mi realidad se refugia en un castillo de arena

mientras la tragedia me ofrece sus llaves,

y todo se enreda entre la misma ausencia

golpeando en mis versos y mis tardes otoñales...

 

Ya no hay voces, solo pasiones muertas

en una soledad que solo quiere amedrentarme,

mientras el reloj que sigue dando sus vueltas

y ¡en el camino mis huellas que vuelven a marcarse!