Buscando consuelo para mi triste corazón
Aquella noche fría y silenciosa salí a buscarla
Lo tuve que hacer, pues, su imagen me persigue
Sus labios me nombran, sus ojos me derretían,
Y yo queriéndome morir de tanto amar.
Contemplaba el cielo estrellado, y vi un luz al final,
Creyendo estar en presencia del Dios piadoso
Le implore por su amor, mas resignado a mi soledad,
Sentí arder mis ojos de tanto llorarla,
Sediento de su amor regrese, y mi temblorosa mi voz
Pronuncio Su nombre por ultima vez
y decidí quitarme la vida en la misma esquina
Donde la conocí.