Aún me piensas?
Aún me sientes?
Aún me recuerdas?
Porque genuinamente aún te recreo, y por lo tanto aún te siento y vivo en el recuerdo de lo que fuimos un ayer de casualidad y cualidad.
Porque sigo queriendo compartir una cama contigo, recostarme dándote la espalda (intencionalmente) y sentir tu mano (esa que tanto me excita) bajando lentamente por mi vientre mientras acercas tu barbilla a mi espalda y me besas suavemente; platicamos en la cama y seguimos con juegos que solo tú y yo compartimos y quiero despertar con mi cara descansando en tu pecho que siempre me hace calmar, con la pierna encima de la tuya y tus brazos rodeándome, después moverme y nos re-acomodamos ahora teniendo tu cara descansado en mi pecho que funge como tu nueva almohada, me abrazas por la cintura y yo sobó tu cabecita lanuda; me levanto y empiezo a preparar el desayuno mientras uso una camiseta tuya y no alcanzaré la estantería de arriba me estiraré y despertarás viendo esa ridícula escena en la que me levanto de puntitas se me alza la camisa y me miras en ropa interior, esbozaras una sonrisa y te acercarás por detrás para decirme que olvidemos el desayuno porque quieres algo más para iniciar el día.