Si me dejaras quererte
sería como un ensueño
con ese rostro aguileño
tú cambiarías mi suerte.
Con la mano que me advierte
ya pasadas de las diez...
¿Lo has pensado alguna vez
sin que se asome un diablito
para poner un poquito
de su mayor lucidez?
Con esos besos me alientas
de ternura en una estrella,
y me apasiona tu huella
perdida que me presentas.
Y si acaso me comentas,
el corazón se desliza
por esta senda huidiza
y aplaca su malhumor
con besos de malhechor
si el verte, me tranquiliza. -
Amalia Lateano
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De mi Libro Antología de Poetas noveles. 1968