Tomás Osorio del Río

Nunca entendí de tierras

Nunca entendí de tierras, ni de rastrillos;

perseguí a las ciudades, escapé de los olivos,

sequé mis raíces…

 

Nunca entendí de ríos, ni de frutos;

resurgí de mis dineros, viví de su usufructo,

caminé por sus railes.

 

Nunca entendí, nunca,

cómo podía mi abuelo por su tierra morir

No comprendí, nunca,

como pude yo soñar de su huerta partir

 

Me pregunto yo ahora

qué será de mi ciudad, de mi río, mi latir.

Me pregunto muchas cosas,

pero nada consigo más allá de revivir.

 

¿Y cuánto he de vivir

cuándo todo ha marchitado?

¿Cuánto he de aguantar

lo que otro ha reclamado,

y reclama para sí?

 

¿Qué será de la ciudad?

¿Qué será de mi pueblo?

¿Qué será de mí?