Estoy una vez mas cansado de la vida, de lo difícil que es despertar y no tener expectativas de nada, las ganas siempre se me van del alma. Que tormentoso es este camino por el bienestar y la satisfacción de todos esos deseos por cumplir, ¿por qué la carga de vivir resulta ser tan pesada y poco amable con quienes no tienen muchos motivos para llevarle consigo?
Todavía no entiendo a cabalidad mis sentimientos frente al resultado que ha sido mi vida durante todos estos años de esfuerzos y procesos que nunca concluyen en nada. Cada meta que me propuse, cada sueño que quise alcanzar siempre parece desvanecerse justo cuando estoy a punto de tocarlo. Me siento atrapado en un ciclo interminable de intentos fallidos y desilusiones.
Me rindo por terminar de entender el sentido de la vida y de lo que cuesta empezar a tenerle un cariño claro y sincero.
El desapego a la vida es fatal, pero uno aprende a convivir con ello por mera salud mental, y no por un sentimiento agradable. Es como si, para protegerme de más dolor, hubiese construido una muralla que también me impide sentir alegría verdadera.