El amarte es mi pecado,
mi verdadera obsesión,
entre llamas de pasión,
me siento un afortunado.
Que conjuro me has lanzado,
que no me logro librar
de olvidarme, de pensar
en hacer el amor contigo,
adicto a ti, es como sigo,
pues todo intento es amar.
Quiero enseñarte a pecar,
pues yo ya estoy condenado
un placer tan deseado,
nunca lo vas a olvidar.
Momentos para soñar
de perversión y deseos
libidinosos y obscenos,
gozando de lo divino
al pensarlo, me imagino
como serán nuestros besos.
Classman