Ely.M.

Plática

 

Durante esa plática absurda y aburrida
me sumergí de pronto en el recuerdo
divagaban imagenes de aquel tiempo
de uno pasado que quedará en mi gran cofre
junto con las fotos y poemas de niñez y juventud.
Eran recuerdos vagos que se escondían tras esquinas
llenas de rebeldía y bajo faros de inocencia
y que aún parecen parpadear.
Aún puedo escuchar las pisadas de aquellas carreras en las que buscaba un tesoro un tesoro que quizás hoy aún no tenga.
Y la plática progresaba de mal en peor
era algo desinteresante para mí 
como cuando de niña el ir a la tienda y ver un dulce nuevo que no llamara mi atención.
Y ¡Vaya que me gustaban los dulces!