¿En qué boca no hay eco de un suspiro final?
De la voz sin destino, la caricia vacía,
cuando aquella sonrisa en su camino mortal
al calor de tu abrazo he ver que no es mía.
¿Qué imagen abarca de los días las paces,
cuando nunca creí que fuera tan distinto?
Entre dos tan iguales reberveran los haces,
que ya pesa el temor de comprenderlo extinto.
El destino del alma, la conjunción del todo,
puede volverse nada, la mirada correcta
es la luz reflejada cuando vos -de algún modo-
logras de una simpleza la simpleza perfecta.
El vivir con amor es vivir de detalle,
y encontrar la persona que en sus ojos lo halle.