Últimamente,
cuando preparo el almuerzo
decenas de muertos
atraviesan las paredes
y se invitan a comer.
No los puedo controlar.
Dicen que en el cielo
se vive fenomenal,
pero si quieren ligar
se tienen que casar.
Les permiten regresar
y con ellos han enviado
al cura y al sacristán
para vigilar la moralidad.
No tengo presupuesto
para alimentar a tantos
y los he puesto a trabajar.
Cultivan el campo
y los huertos están a rebosar.
Como manejan los elementos,
nunca el pedrisco caerá,
las heladas terminan en enero
y llueve cuando tiene que llover.
No hay camiones para tanto cereal.
!Me voy a forrar!.
Las elecciones son democráticas
para elegir a la Corporación Municipal,
siempre soy alcaldesa
por ser la única que tiene
Documento Nacional de Identidad.
También he abierto el hotel,
y vienen autobuses
de Alemania, de Francia
y hasta de Portugal
ya que todos quieren copiar
nuestra organización municipal.