Qué poder tuvo ese abrazo
que nos dimos de repente,
que fue como los de antaño,
de pre-pandemia, se entiende.
Qué poder tuvo ese abrazo,
que hizo prender el deseo,
un fuego en el que me abraso,
y que arde cuando te veo.
Qué poder tuvo ese abrazo,
que deseaba hace tiempo
y ahora apenas alcanzo
a describir lo que siento,
Aunque dicen que un abrazo
los males del alma cura,
mi terapia fue un fracaso,
porque arrasó mi cordura.
Sueño en otro ardiente abrazo
y en volver a sentir eso;
que sea también tu caso
lo espero con embeleso.
Pero, aunque nos sepa a gloria,
quizá todo quede, al cabo,
en una bonita historia
que recordar con agrado.
No es nada fácil hacer
coincidir expectativas
y más siendo de anteayer,
con muy diferentes vidas.
Resulte lo que resulte
tras de aquel mítico abrazo,
la clave está en que nos guste,
que sea de nuestro agrado.
y que podamos decir
un día, a toro pasado,
que fue lindo de vivir,
que nos quiten lo bailado.
© Xabier Abando, 17/01/2024