En la pasión ardiente del amor prohibido,
cada beso es un fuego que quema sin medida,
en la tormenta de emociones, el alma se agita,
en la lucha constante, el corazón herido.
En la noche oscura de pasión desenfrenada,
cada suspiro es un eco de deseo y anhelo,
en la tempestad de sentimientos, el cielo,
en la vorágine del amor, el alma atormentada.
En la danza de emociones turbulentas,
cada abrazo es un remolino de sensaciones,
en la tormenta del amor, las pasiones,
en la dualidad del amor, las mentes inquietas.