Ely.M.

Cansada

 

Esta monotonía me asfixia cada día.
Es como el andar entre brasas,
como pez fuera del agua,
como estar siempre en agonía.
Quisiera extender mis brazos
y aventarme hacia el vacío
al fin que mi corazón late
solo al estar contigo.
¡Qué sentido tiene entonces estar vivo!
Y me mata cada instante
tu mortal indiferencia
y me duelen tus silencios
y aprisionó mis caricias
en mi profundo pecho.
Mis palabras se esconden
tras mi cara entristecida
que te pide que la quieras
igual que el primer día.
Mi corazón moribundo
te ama a ya no poder.
No hay nadie en este mundo
que te quiera más que él .
Está como un triste árbol
con sus brazos extendidos,
esperando que algún pajarillo
haga en el su nido.