Patricia Aznar Laffont

Que

Sin Ira.

Sin dioses.

Sin el Ahora que Concluye 

en este Lejano Instante.

Sin el Haz de Luz 

que Embriaga a los Astros

en su Medio Mediodía.

Abro a Vos,

todos mis Sentires y Ahogadas Palabras.

Enloquecida Turbulencia en mi Mente

que Nunca Desgarra mis Sentidos.

Y una Luna, Ahora tan Distante

que Fenece una y otra Vez

en Cada Alba en Cenizas,

en la Flor Marchita Guardada

en mi Libro siempre Abierto.

En Cada Rasguño Hecho

adrede y contra mi Alma que No Muere

a pesar de los Deshechos Aguerridos

del Silencio Más Callado.

 

En el Ardor Quimérico 

que Arde en mi Vieja Lámpara,

Sólo la Bruma del Reflejo de tus Ojos

Anclada en la Lujuria de los Tiempos, y

 

que las Arenas...

que la Mar...

que el Firmamento Acribillado...

que el Sol...

que la Sin Hora...

 

que la Amanecida Noche

y la Sin Palabra...

 

(Patricia)