No hay fecha en la que tu luz
no alcance nuestra esencia,
ni brisas que apaguen las velas
que expanden tu presencia.
No hay fecha en que al tratarte,
los corazones no luzcan bondad,
ni pensamiento que no sea cubierto
con el bello velo de tu honestidad.
No hay fecha en la que se rechace
el cálido cariño que ofreces al dar,
ni personas que te abracen
sin sentir mayor felicidad.
No hay fecha que borre tu nombre,
pues en el tiempo perdura,
ni nadie que no se asombre
de los efectos de tu dulzura.
José Antonio Artés