La viajera
Yo ya no quiero ver otros parajes
ni agotarme en esperas de aeropuerto
ni arrastrar traqueteante todo el viaje
la valija rodante. ¡No da el cuerpo!
Ya no puedo trepar las empinadas
escaleras construídas hace tiempo,
y escuchar las historias trastocadas
parada bajo el sol o con el viento.
¡Ya no va más!La suerte está echada.
Eso fue ayer, ahora paso horas
releyendo mis libros y por cierto,
sin pasaporte y muy bien sentada
recorro sin fatiga agotadora
las empinadas cumbres y el desierto