Huyes a cada instante, desnudándote, desvistiéndote de toda definición. Dejas la luna olvidada en la noche y cortas las estrellas como una flor.
Dejas atrás lo que no has alcanzado, el recuerdo para ti no es una prisión. Cada alba es llamada que renuncia y rompes desde dentro todo amor.
La sangre corre como ávidos besos, lo que tocas se convierte en ilusión y tu cintura se quiebra a cada hora como si el tiempo no tuviera valor.