En mi quimera escribía un soneto,
alejado de desdicha y tristeza,
de las vivas emociones su riqueza,
al amor y cariño esté sujeto.
Hilaba prosa y verso esbelto;
dedos expertos lloraban fina tinta
adornando cada estrofa con pinta;
sonetos angelicales y perfectos.
Llovían,en mi sueño,musas de colores
sobre mi campo árido y ávido
florecían bellos sonetos con sabores.
Mi mano fértil candida prodigaba
rimas, versos, estrofas y linda poesía;
con ánimo sediento despertaba.