Alma del Bosque
Mirada cautelosa en la enramada,
está el alma del bosque vigilante
su pródiga presencia es la garante
de tanta perfección acrisolada.
La paz de la montaña amenazada,
existe un demoniaco visitante
con mano destructora crepitante
pretende devastar toda alborada.
El canto se convierte en elegía
el alma de los montes languidece
se rompe con dolor toda armonía.
El cambio en el ambiente prevalece
la tierra llora tanta felonía
el bosque por maldad desaparece.