Todos los días, al menos,
lo intento, pasar por ella,
saludar al respetable bibliotecario,
y leer alguna de sus normas.
Lector, cada día empieza una nueva vida,
no pierdas las formas ,ni la educación nunca,
ten tu conciencia limpia y tranquila,
y respeta tu energía auto limitada.
Suelo sentarme un rato,
y leer mi libro de los sueños,
para los tres próximos meses,
tengo dos públicos, y dos privados, cuatro.
Para conseguir esos sueños,
tengo que leer mi libro diario,
de misiones y tareas mandatorias,
así como olvidar mis desatinos pasados.
Necesito ir siempre a la biblioteca,
a refrescar y repensar mis ideas,
busco la paz también en mis tareas,
se que muchas veces no he sido una apuesta correcta.
En mi biblioteca, entran otras personas,
pocas, muy pocas, las más leales,
con ellas hablamos en la sala ,
de algunos sueños y de realidades.
También en mis libros,
medito sobre decisiones,
como el límite y finitud de mi orgullo,
de la utilidad o futilidad de la venganza,
y reconozco que hay sobre todo compañeros que me lleva mucho tiempo clasificarlas.
A veces en el trabajo, necesito vivir en mis sueños,
también pienso en mis sacerdotes católicos,
Que me han ayudado en mis pésimos momentos,
y en el fondo me río de mis sueños hiperbolicos.