Hasta ahora no creo que te hayas
ido hijo; porque ya son tres años
de tu partida y, te siento llegar por
las noches en mi alcoba, a rondar
mi sueño. Cómo te extraño porque
no podré olvidar tu cariño y, tu cuidado;
siempre estabas pendiente de mi
y, mis plegarias son para ti a diario,
porque mi pena está pegada en mi
alma. Que tristeza es la mía que con
amor te llevo en mi corazón.
José Carlos Triviño Ávila