Mauro Enrique Lopez Z.

Lo feliz que soy

Que felíz que soy, desde que te 

marchaste de mi hogar y, pensaste 

que yo me moriría por falta de tu

amor; que iba a sufrir porque 

no tenía quien prepare una cena.

Cómo me reía, si en el velero quién 

no aprende a preparar un bocado 

no es pescador, hasta la fecha no 

me hace falta para que me prepares 

un bocado, ni para que me des 

calor de amor .