La manada
Romance
riman versos pares en asonante.
Cualquier parecido o coincidencia
con algunos hechos reales, es real.
\"no es pura coincidencia\"
Sobre unos hechos acontecidos, años atrás,
en Pamplona en unas Fiestas de San Fermín.
Aunque desgraciadamente ocurre
y no solamente en fiestas
en las que corre el alcohol
y otras yerbas.
Lobos sedientos de sangre
husmean por las praderas,
en donde cantan las mozas
que buscan que se las quiera,
tan solo por lo que son
y no por ser carne tierna,
que no nació la mujer
pa´ ser de lobos merienda.
Unos cuantos en manada
todos con la misma percha,
ya se bajaron del cerro,
por el río ya se acercan.
Los tomillos a su paso
lloran de vergüenza ajena.
Afila sus dientes largos
la humareda de la yerba.
Se las prometen felices
y se ríen como hienas,
presumen que será fácil
al estar el pueblo en fiestas.
Ya se escuchan los aullidos
al olor de sangre fresca
y bajan en su locura
brincando por la vereda,
con los sentidos cegados
por el vino de taberna.
Llevan los ojos vidriados
de lujuria y de soberbia,
el respeto a la mujer
no les cabe en la cabeza.
Amparados en la sombra
en la madrugada acechan,
las luciérnagas esconden
en el bolso las linternas,
que no quieren con su luz
alumbrar a tales fieras,
prefieren morir cegadas
antes que alumbrar la senda
por donde bajan los lobos
en dirección a su presa,
que para ellos la mujer
es tan solo una herramienta,
a la que después de usar
se la esconde en la cubeta.
Y las luciérnagas dicen
que ya ellas no están dispuestas
a que sus rayos de luz
alumbren almas siniestras.
Baja una moza cantando
su alegría por la cuesta,
guirnaldas adornan cielos
y en los balcones banderas,
en la plaza las gitanas
repican las castañuelas,
corren por las calles vientos
de jarana y francachela
y el vino que corre a mares
en los sesos hace mella.
Un silencio claro oscuro
se huele ya la tormenta,
quiere gritar y no puede;
¡Despierta niña, despierta,
también a las fiestas vino
algún lobo de la sierra!
Disfrazado de cordero
pero cubierto de mierda,
con el alma emponzoñada
del hedor de sus miserias.
Los toros tiemblan de miedo
ocultos tras la barrera,
San Fermín llora en silencio
derrumbado en su alacena,
lágrimas de sangre corren
por su manto de franela
al no poder comprender
que algunas mentes no sepan
que la mujer no nació
para que nadie la ofenda.
¡Qué a la mujer la hizo Dios,
para ser del mundo reina!
Y no para ser carnaza
de lobos con almas negras.
Mercedes Bou Ibáñez
Sobre la Silva
La silva es una métrica, compuesta por versos endecasílabos
(11 sílabas) y heptasílabos (7 sílabas),
de rima consonante, asonante o libre,
sin número de versos por estrofa ni lleva orden de versos,
lo mismo puede tener tres seguidos de 7
que uno o dos o cuatro,
lo importante es tan solo ir mezclando versos de 11 y de 7
y poner por estrofa los que hagan falta
para decir lo que se quiere decir.
Se puede hacer la silva en varias modalidades,
Silva espinela, en estrofas de 10 versos,
con rima consonante,
siguiendo el esquema de rima de la espinela
(abbaaccddc)
ej: silva con esquema de espinela
Llora conmigo el piano
entre sollozos me mira, y lo miro,
escapa de mi garganta un suspiro
mientras tiembla mi mano.
Frío sin ti el verano,
el piano sufre y llora,
mi alma también implora,
sin ti alargan los días,
llantos tan solo, nulas alegrías,
sin ti amor, un minuto es una hora.
Silva arromanzada, rimando todos
sus versos pares en asonante.
ej: silva arromanzada:
Un caballo relincha
una mañana de agosto en la vega,
ya los gitanos encienden la lumbre,
nubes muy negras, presagian tormenta.
Deambula una sombra
a la luz de las velas,
con su verde ropaje
anda la muerte... buscando un poeta
y el lucero del alba
marcha llorando a perderse en la niebla.
Silva en verso blanco, o sea, versos con métrica 7-11
pero sin esquema de rima aunque algunos rimen.
Los alisios me acercan
su oloroso perfume
mezclado entre la brisa
que acaricia mi frente.
Un rayo silencioso, de repente
atraviesa veloz el firmamento
sin llevar de los truenos compañía
por no herir al silencio
y evitar que María,
se me pueda escapar del pensamiento.
Los ejemplos son de mi autoría.
Mercedes Bou Ibáñez