Tomás Osorio del Río

La piña seca

Diminuta entre mis manos

es la piña, mi amuleto,

y es que una vez fue piña

y ahora es presa del fuego.

 

Arrojada por la Moira

victimaria en decrescendo,

quiere la piña ser viva

cuando no es más que un objeto.

 

Siente la piña ser piña

entre la hoguera y el ropero.

Siente la piña sin vida

ser el fruto de su ego.

 

Sus hojitas entre llamas

dan cenizas a un sujeto

que por ser niño en sus canas

ahora guárdala en secreto.

 

Siente la piña ser seca

pero es mía, mi amuleto,

cascarón recién vacío

que bien tomo por reflejo.

 

Sin embargo, su corteza

da su fruto en las cenizas

Sin embargo, sus hojitas

aún renacen con tristeza.