A través de la ventana, la noche se va alzando serena.
Ni siquiera me dio tiempo a respirar aire puro…
Entre la niebla, los árboles, se van abriendo camino y atrás, van quedando montañas sobrevoladas por golondrinas, que por más que agitan sus alas, no alcanzan a sobrevolar el día, sino que la oscuridad va acechando el tiempo de la búsqueda de calor.
Desorientadas, no les queda más remedio que buscar un lugar para pasar la noche.
La ausencia de luna les ciegan los ojos.
Parece que todo está en contra.
Desde un agujero, miran la tierra a la que pertenecieron, su canto se hace difícil.
El frío les hizo detener su camino y la nostalgia les hizo detener su búsqueda.
El alba impondrá un nuevo rumbo, a pesar del frío. A pesar, de la nostalgia.
Vislumbrarán nuevos horizontes, y viajaran cargadas de tristeza y tendrán que volver a detenerse, y muertas de frío, esperarán en otro agujero, el nacer de un nuevo día.